Saltar el vídeo 
Desplazar para saltar

LA GUERRA DE 1967

En junio de 1967 (la guerra de 1967 ) Israel ocupó Cisjordania y la Franja de Gaza. En los dos meses siguientes a la guerra, Israel condujo un censo en los territorios ocupados. Según el censo, en aquella época vivían allí aproximadamente 1.000.000 de palestinos: unos 660.000 en Cisjordania y alrededor de 350.000 en la Franja de Gaza. Estas cifras excluyen a todos los refugiados palestinos de 1967 que huyeron o fueron deportados por Israel durante o después de la guerra.

LA ANEXIÓN DE JERUSALÉN ESTE

En junio de 1967, inmediatamente después de la ocupación de Cisjordania y la Franja de Gaza, Israel anexó unas 7.000 hectáreas de tierra de Cisjordania a los límites municipales de Jerusalén, un acto que viola el derecho internacional. Los nuevos límites municipales fueron trazados en gran medida de acuerdo con los intereses políticos, demográficos y económicos israelíes, diseñados para garantizar una mayoría judía en Jerusalén. Esto se logró dejando fuera las zonas palestinas densamente pobladas e incorporando zonas escasamente pobladas. El área que constituía la Jerusalén urbana bajo el dominio jordano (unas 600 hectáreas) fue solo una pequeña parte del territorio anexado; la mayor parte (unas 6.400 hectáreas) pertenecía a 28 aldeas y suburbios palestinos cercanos a Jerusalén. Leer más.

ZONAS MILITARES CERRADAS: LA PRIMERA OLA

Entre agosto de 1967 y mayo de 1975, Israel declaró unas 150.000 hectáreas -más de una cuarta parte del territorio de Cisjordania (26,6%)- como zonas militares cerradas, colocándolas fuera de los límites para los palestinos, a menos que obtuvieran un permiso especial. Si bien el cierre de estas zonas no fue implementado de forma inmediata o uniforme, su tamaño y distribución geográfica indicaban que Israel tenía previsto utilizarlas posteriormente para sus propios fines.

El 1 de agosto de 1967, menos de dos meses después del comienzo de la ocupación, Israel declaró nueve grandes extensiones de tierra en el Valle del Jordán como zonas militares cerradas. Poco después, Israel emitió otras dos órdenes similares en la zona de Latrun, así como en una estrecha franja de tierra que se extiende a lo largo de la parte oriental del Valle del Jordán. Para el final de 1967, el Estado de Israel había declarado casi 68.500 hectáreas de tierras como zonas militares cerradas.

En 1970, Israel procedió a cerrar otra franja norte-sur de Cisjordania, esta vez desde Jericó hasta el límite sur de Cisjordania. A mediados del decenio de 1970, tras cerrar varias zonas adyacentes a la Línea Verde (la frontera entre el territorio soberano de Israel y Cisjordania), otras 81.500 hectáreas de tierra habían quedado oficialmente fuera de los límites para los palestinos. Leer más.

ASENTAMIENTOS: LA PRIMERA DÉCADA

Durante los primeros diez años de la ocupación, Israel estableció casi treinta asentamientos en Cisjordania (excluyendo Jerusalén Este), con una población total de unas 4.500 personas. Ya en septiembre de 1967, el gobierno israelí, encabezado por lo que más tarde se convertiría en el Partido Laborista – estableció el primer asentamiento, Kfar Etzion. Esto fue seguido por el establecimiento de asentamientos en zonas consideradas de importancia en términos de seguridad y que, relativamente, estaban escasamente pobladas por palestinos. Estas áreas, que constituían casi la mitad de Cisjordania, incluían el Valle del Jordán, tierras alrededor de Jerusalén, la mayor parte del desierto de Judea y una franja de tierra en las colinas del sur de Hebrón. Leer más.

Dos carreteras delimitaron el área donde se construyeron la mayoría de los asentamientos durante esta primera década: la carretera Alón que fue construida en la década de 1970 a lo largo de las laderas orientales de la cresta central; y la ruta 90, a la que Israel añadió un nuevo tramo en la zona septentrional del Mar Muerto con el fin de facilitar el movimiento entre los asentamientos e Israel.

En Jerusalén Este, el Estado expropió más de un tercio del área que se había anexado, que en su mayor parte era propiedad privada de palestinos. Construyó ocho asentamientos en esa tierra a lo largo de esa década, los cuales denominó "barrios" israelíes. Leer más.

En la Franja de Gaza, Israel diseñó su ‘Plan de Cinco Dedos’ con el propósito de romper la contigüidad palestina mediante el establecimiento de cuatro bloques de asentamientos con extensas áreas no desarrolladas que Egipto – bajo cuyo dominio había estado la Franja de Gaza hasta 1967 – había clasificado como propiedad del gobierno. El 'dedo' más sureño se construiría en el Saliente de Rafah, más allá del borde meridional de la Franja de Gaza, en el Sinaí que, por entonces, estaba bajo ocupación israelí. Entre 1970 y 1973 Israel estableció cuatro asentamientos en la Franja de Gaza, en tres de dichas áreas.

RESERVAS NATURALES Y PARQUES NACIONALES: LA PRIMERA OLA

Entre 1969 y 1997 y, principalmente, en la década de 1980, Israel declaró unas 34.000 hectáreas (approx. 6% de Cisjordania) como reservas naturales. Bajo esta guisa de preocupación medioambiental, Israel ha estado limitando el desarrollo palestino en estas áreas, donde prohíbe la construcción, el pastoreo de rebaños y la agricultura nueva.

De un modo similar, en la zona anexada a los límites municipales de Jerusalén, Israel se basó en presuntas preocupaciones ambientales para limitar el desarrollo palestino. En 1974, Israel fundó el Parque Nacional de las Murallas de Jerusalén en un área de aproximadamente 110 hectáreas, más de la mitad de las cuales se encuentran en tierras que fueron anexadas. El parque, que rodea las murallas de la ciudad vieja y comprende partes del barrio palestino de Silwan, ha reducido los terrenos disponibles para el desarrollo palestino. Leer más.

DECLARACIÓN DE "TIERRAS ESTATALES"

Durante la primera década de la ocupación, Israel construyó asentamientos en tierras palestinas de propiedad privada, confiscándolas con el argumento de que eran necesarias para "fines militares". Con este fin, se emitieron órdenes de incautación militar para unas 3.100 hectáreas de tierras en Cisjordania.

A lo largo de los años, el Tribunal Superior de Justicia de Israel ha evitado abordar la cuestión de la ilegalidad de los asentamientos. Sin embargo, un fallo que dictó en 1979 hizo que fuera más difícil para Israel seguir construyendo asentamientos en tierras palestinas de propiedad privada. Para superar este obstáculo, al gobierno se le ocurrió una nueva idea: declarar las tierra palestinas como "tierras estatales", lo que permitiría utilizarlas para construir asentamientos. Mediante la reescritura de disposiciones legales y la reinterpretación de leyes existentes, Israel introdujo una vía rápida para declarar tierras estatales, lo que permitió aplicar esta clasificación a tierras que habían sido propiedad privada o colectiva palestina tanto bajo el Mandato Británico como bajo el dominio jordano.

De 1979 a 1992, este sistema fue utilizado para declarar más de 90.000 hectáreas como tierras estatales, asignándolas luego casi exclusivamente para los asentamientos; desde entonces, varios cientos de hectáreas más han sido declaradas como tierras estatales. Sumando a esto las áreas que ya habían sido designadas como tales bajo el dominio jordano, hay actualmente unas 120.000 hectáreas (22% de Cisjordania) que han sido designadas como tierras estatales y están bajo el control total de Israel. Leer más.

ASENTAMIENTOS

En áreas declaradas como tierras estatales, los sucesivos gobiernos del Likud (incluyendo la coalición de 1984-1988 con el Partido Laborista) establecieron otro centenar de asentamientos en áreas palestinas densamente pobladas, con miras a lograr condiciones demográficas y geográficas que obstruyan cualquier intento futuro de cuestionar el dominio israelí sobre ellas.

El emplazamiento de los asentamientos cortó Cisjordania longitudinalmente a lo largo de la cuenca fluvial (cordillera central) y áreas adyacentes, y creó "corredores de asentamientos" horizontales a través de las colinas occidentales. De este modo, los asentamientos dividieron la contigüidad física palestina, se apoderaron del espacio rural palestino y restringieron el desarrollo de las comunidades palestinas.

Con el fin de conectar los asentamientos entre sí y también facilitar los movimientos entre los asentamientos e Israel, el gobierno construyó cinco carreteras este-oeste que cruzan Cisjordania, que van desde la Línea Verde hasta las rutas norte-sur de Cisjordania. En las décadas de 1980 y 1990, Israel también construyó docenas de carreteras a lo largo de nuevas rutas para permitir el acceso a los asentamientos sin tener que atravesar ciudades y aldeas palestinas. Leer más.

Durante este período, Israel también construyó doce nuevos asentamientos en la Franja de Gaza y otros tres llamados barrios más en Jerusalén Este.

APROPIACIÓN DE TIERRAS AGRÍCOLAS

Los colonos israelíes cultivan actualmente más de 10.000 hectáreas de tierras palestinas en Cisjordania. El cultivo de tierras agrícolas por parte de los colonos sirve a Israel como medio para hacerse con más tierras palestinas y consolidar su control en Cisjordania. Si bien la ocupación de tierras mediante la agricultura no es tan fija y concluyente como la lograda mediante la construcción de estructuras permanentes, requiere considerablemente menos tiempo y recursos y, por lo tanto, se utiliza como un método complementario barato e inmediatamente disponible para ampliar la extensión de las tierras controladas por los asentamientos. Leer más.

RESTRICCIONES DE MOVIMIENTO: LA PRIMERA OLA

En los inicios de la ocupación, los palestinos podían viajar prácticamente sin restricciones entre Gaza, Cisjordania e Israel. Decenas de miles de palestinos trabajaban en Israel; palestinos de Cisjordania, Gaza e Israel mantenían vínculos familiares; estudiantes de Gaza asistían a las universidades de Cisjordania; y existían amplios vínculos comerciales en toda la zona.

En enero de 1991, durante la Primera Guerra del Golfo, Israel introdujo un nuevo requisito, exigiendo que cualquier palestino que deseara entrar a Israel o a Jerusalén Este obtuviera un permiso individual de la Administración Civil. La nueva política se aplicó gradualmente hasta que, finalmente, se impuso un cierre total a Cisjordania (aparte de las zonas anexadas a Israel) y a la Franja de Gaza. Israel instaló entonces puestos de control permanentes a lo largo de la frontera entre su territorio soberano y Gaza; entre su territorio soberano y Cisjordania; y entre la Jerusalén Este anexada y el resto de Cisjordania. Al mismo tiempo, Israel también hizo que los criterios para obtener permisos fueran mucho más estrictos.

Esta política dividió la tierra palestina en tres zonas separadas - Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza - y los viajes entre ellas se volvieron totalmente dependientes de la discreción israelí. Leer más.

LOS ACUERDOS DE OSLO: DIVISIÓN DE CISJORDANIA EN LAS ZONAS A, B Y C

Entre 1993 y 1995, el gobierno israelí y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) firmaron los Acuerdos de Oslo. En 1994, en virtud del Acuerdo de Oslo I, Israel retiró sus tropas de los pueblos y campos de refugiados palestinos de la Franja de Gaza y de la ciudad de Jericó, en Cisjordania. Estas comunidades fueron entregadas al control ostensible de la recién creada Autoridad Palestina.

En 1995, bajo el Acuerdo de Oslo II, la totalidad de Cisjordania (con excepción de la ciudad de Hebrón) se dividió en tres zonas, basándose en consideraciones demográficas que no reflejaban las características geográficas ni el espacio palestino.

En el marco de esta división, las zonas palestinas densamente pobladas fueron designadas como Zonas A y B y fueron entregadas - una vez más solo formalmente - al control total o parcial de la Autoridad Palestina. Estas zonas no son contiguas, sino que constituyen 165 "islas" repartidas por toda Cisjordania. El resto del territorio, que constituye alrededor del 60% de Cisjordania, fue designado como Zona C y permaneció bajo el pleno control israelí. El Área C es contigua e incluye todos los asentamientos israelíes, así como casi todas las reservas de tierras palestinas.

Israel se basa en esta división de Cisjordania para fomentar la ficción de que la Autoridad Palestina es la entidad principalmente responsable de administrar la vida de la mayoría de los palestinos en Cisjordania. En la práctica, sin embargo, Israel sigue manteniendo el control sobre toda Cisjordania y todos sus residentes.

Toda nueva construcción en la Zona C - ya sea la edificación de viviendas o plantas industriales, la instalación de tuberías de agua o la pavimentación de carreteras - requiere la aprobación israelí. Israel, por su parte, prácticamente impide la construcción palestina en la Zona C. Obtener un permiso de construcción es casi misión imposible, incluso si la construcción está destinada a servir a los palestinos que viven en la Zona A o B. Leer más.

Además, Israel sigue controlando todos los cruces que unen Cisjordania con Israel y Cisjordania con Jordania. También controla todas las carreteras que conducen a las Zonas A y B. Israel utiliza este control para restringir la libertad de movimiento de los palestinos como mejor le parezca - incluyendo el establecimiento de controles de carretera temporales o permanentes, y deteniendo a palestinos prolongadamente en los puestos de control - y administra un régimen de permisos rígido y arbitrario que afecta a todos los aspectos de la vida de los palestinos. Leer más.

LA VALLA PERIMETRAL DE LA FRANJA DE GAZA

En 1994, Israel construyó una valla perimetral alrededor de la Franja de Gaza. Así, obtuvo pleno control sobre el movimiento de personas y bienes entre la Franja de Gaza e Israel, Cisjordania y el resto del mundo. Si bien existe un cruce - el cruce de Rafah- que está sujeto al control egipcio, tomar esa ruta para llegar a Cisjordania (incluyendo Jerusalén Este) o a Jordania, supone un viaje excesivamente largo y caro. Además, la entrada desde Jordania a Cisjordania está sujeta a la aprobación israelí.

La valla perimetral consta de una valla electrónica, postes de vigilancia y rutas de patrulla. Personas y bienes sólo pueden entrar y salir de Gaza a través de los cruces fronterizos después de obtener los permisos necesarios de Israel, los cuales son cada vez más difíciles de conseguir. Como resultado, la vida cotidiana en Gaza se ha convertido en una pesadilla constante, completamente dependiente del régimen de permisos de Israel.

LA FRANJA DE GAZA Y SU MAR

Israel también controla el espacio marítimo de Gaza. A lo largo de los años, y basándose únicamente en sus propias consideraciones, Israel ha restringido también la zona de pesca a diversas extensiones, a veces a tan sólo tres millas náuticas.

Los Acuerdos de Oslo estipularon 20 millas náuticas desde la costa de Gaza (unos 37 km) como el límite exterior tras el cual los pescadores tienen prohibido avanzar. Sin embargo, Israel nunca ha permitido pescar a más de 12 millas náuticas. Además, Israel también restringe la pesca en las zonas fronterizas con Israel y Egipto. Leer más.

PUESTOS DE AVANZADA DE ASENTAMIENTOS

En 1996, en respuesta a la presión política e internacional, el gobierno israelí decidió suspender el establecimiento de nuevos asentamientos. En lugar de ello, adoptó un nuevo enfoque: "puestos de avanzada de asentamientos ilegales". En teoría, los puestos de avanzada para asentamientos son establecidos extraoficialmente pero, en la práctica, reciben ayuda, protección y financiación del gobierno. A través de este mecanismo se establecieron alrededor de 100 nuevos puestos de avanzada en toda Cisjordania.

Si bien al inicio de ser establecidos, los puestos de avanzada de asentamientos son pequeños y consisten en estructuras ligeras y temporales, su impacto supera con creces la extensión de superficie construida. Los colonos, así como los soldados desplegados para protegerlos, utilizan la fuerza y diversas tácticas de intimidación para impedir que los palestinos accedan a gran parte de su propia tierra cuando se encuentra cerca de donde se construyó el puesto de avanzada. Además, estos colonos a menudo utilizando ellos mismos la tierra de los palestinos. Este mecanismo fragmenta aún más el espacio palestino en Cisjordania mediante la solidificación y expansión de la presencia civil y militar israelí. Leer más.

RESTRICCIONES DE MOVIMIENTO: LA SEGUNDA OLA

Tras el estallido de la Segunda Intifada en septiembre de 2000, Israel impuso nuevas y severas restricciones a la circulación de los palestinos dentro de los Territorios Ocupados. En la Franja de Gaza, Israel estableció puestos de control que dividieron su territorio en tres zonas separadas. En Cisjordania, Israel instaló docenas de puestos de control y cientos de obstáculos físicos, incluyendo montículos de tierra, bloques de hormigón y zanjas.

Esos obstáculos crearon las más amplias y duraderas restricciones a la circulación de los palestinos desde el comienzo de la ocupación, lo que perturbó todos los aspectos de la vida cotidiana de todos los residentes y les impidió llevar a cabo una rutina normal. Algunos de estos obstáculos han sido retirados y otros se han convertido en puntos de control permanentes. Leer más.

LA BARRERA DE SEPARACIÓN

En junio de 2002, el gabinete israelí decidió construir la Barrera de Separación. Un factor clave para determinar la ruta de la barrera fue la ubicación de los asentamientos, lo que sentó las bases para la anexión de facto de 81 asentamientos (incluyendo los 11 barrios que fueron construidos en Jerusalén Este) y de gran parte del terreno para su futura expansión.

El resultado de esta consideración subyacente es que alrededor del 85% de la sinuosa ruta de la barrera serpentea a través de Cisjordania, más allá de las fronteras soberanas de Israel. De este modo, Israel desmembró bloques urbanos y rurales palestinos contiguos, rompió los lazos intercomunitarios que se habían forjado a lo largo de generaciones y reconfiguró de un solo golpe el espacio palestino.

El trazado de la barrera - incluyendo los tramos ya construidos y los que están en construcción o en espera de construcción - tiene una longitud de 712 kilómetros, más del doble de la longitud de la frontera entre Israel propiamente dicha y Cisjordania. Según las cifras proporcionadas por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) de las Naciones Unidas, en septiembre del 2017 se habían completado unos 460 kilómetros (alrededor del 65% de la barrera prevista). Otros 53 kilómetros (alrededor del 7,5%) estaban en construcción, y la construcción de unos 200 kilómetros aún no había comenzado.

La barrera de separación se construyó al estilo de una barrera fronteriza. A lo largo de la mayor parte de su recorrido, la barrera consta de una valla electrónica con senderos pavimentados, alambradas de púas y zanjas que la flanquean a ambos lados, y tiene un ancho promedio de unos 60 metros. En las zonas urbanas, en lugar de este tipo de barrera, Israel construyó un muro de hormigón de ocho a nueve metros de altura, que tiene una longitud total de aproximadamente 70 kilómetros. Leer más.

LA BARRERA DE SEPARACIÓN EN JERUSALÉN ESTE

La Barrera de Separación en Jerusalén ha aislado completamente la ciudad del resto de Cisjordania, incrementando así el aislamiento de Jerusalén Este de las áreas que no fueron anexadas a Israel.

La construcción de la barrera de separación en Jerusalén comenzó en el año 2002, durante la Segunda Intifada, y finalizó en el año 2016. La mayor parte de la barrera en la zona de Jerusalén tiene la forma de un alto muro de hormigón, que en algunos lugares colinda con viviendas palestinas. A diferencia de los puestos de control que los militares levantaron unos diez años atrás en las profundidades de Cisjordania, la barrera aisló completamente a Jerusalén Este del resto de Cisjordania, lo que aumentó su separación de las zonas no anexadas.

Esto fue el resultado de la principal consideración que sustentó el trazado de la barrera: mantenerla, en la medida de lo posible, a lo largo de los límites municipales - que anexaron tierras de Cisjordania - a fin de garantizar el control de las tierras anexadas. Sin embargo, hasta la construcción de la barrera, los límites municipales tenían pocas o nulas consecuencias prácticas para los habitantes de Jerusalén y sus alrededores. Las comunidades palestinas de Jerusalén y del resto de Cisjordania mantenían vínculos que atravesaban los límites municipales, incluyendo el comercio, la cultura, la educación y los servicios de salud. Al construirse la barrera, ésta cortó abruptamente este vibrante tejido de la vida palestina.

En consonancia con la consideración subyacente que condujo la decisión israelí al trazar los límites municipales de Jerusalén en 1967 - anexar la mayor cantidad posible de tierras con el menor número posible de palestinos - cuando se planificó el trazado de la barrera, ésta se desvió de los límites municipales en una serie de lugares: en tres zonas, el trazado de la barrera se extiende más allá de los límites municipales, entrando en Cisjordania y ocupando áreas palestinas escasamente pobladas. En otras dos zonas, el trazado de la barrera se situó dentro de los límites municipales, dejando fuera de ellos - al otro lado de la barrera - alrededor del 40% de la población palestina de Jerusalén (unas 140.000 personas). Estas dos zonas se han convertido en tierras de nadie, por lo que sufren un grave abandono, así como extremas restricciones de sus movimientos, debido a los puntos de control situados entre ellas y el resto de la ciudad. Finalmente, todo esto dio lugar a una ruta sinuosa que alcanza una longitud de aproximadamente 202 kilómetros y circula por y alrededor de Jerusalén. Leer más.

ZONAS MILITARES CERRADAS: LA SEGUNDA OLA

En 1997, Israel declaró todas las zonas de jurisdicción de los asentamientos - unas 54.000 hectáreas en total, casi una décima parte de Cisjordania - zonas militares prohibidas para la entrada de palestinos. En total hay actualmente unas 176.500 hectáreas de tierra, casi un tercio de toda Cisjordania, declaradas como zonas militares cerradas.

Las áreas de jurisdicción de los asentamientos exceden con creces la superficie realmente construida de los asentamientos. Aunque la orden de cierre no se ha ejecutado de manera sistemática, impide cualquier forma de desarrollo palestino en estas tierras, a la vez que las asegura para su uso futuro por los asentamientos.

Durante la Segunda Intifada, Israel declaró como zonas militares cerradas tierras adicionales entre la barrera de separación y la Línea Verde (conocida como la "Zona de Juntura"), así como franjas de tierra alrededor de una serie de asentamientos (Zonas Especiales de Seguridad). Estas órdenes de cierre añadieron aproximadamente 18.000 hectáreas más a las zonas oficialmente prohibidas para los palestinos en Cisjordania.

Desde principios de los años 90 y hasta principios del 2015, se retiró el cierre de unas 36.400 hectáreas, principalmente como consecuencia de la división de Cisjordania tras la firma de los Acuerdos de Oslo. Leer más.

RESERVAS NATURALES Y PARQUES NACIONALES: LA SEGUNDA OLA

Actualmente hay casi 30.000 hectáreas de reservas naturales declaradas en tierras de Cisjordania designadas como Zona C. Unas 4.000 hectáreas de tierra que habían sido declaradas reservas naturales permanecieron en las Zonas A y B.

En 2000 y 2013 se declararon otros tres parques nacionales dentro de los límites municipales de Jerusalén. Estos parques incluyen tierras palestinas de propiedad privada, así como tierras que se encuentran dentro de las zonas edificadas de los barrios y aldeas palestinos o en sus proximidades, impidiendo su desarrollo o expansión. Leer más.

LA RETIRADA DE GAZA

En septiembre de 2005, Israel completó lo que denominó su "Plan de Desconexión" de la Franja de Gaza. Tras desmantelar todos los asentamientos del lugar, retiró sus fuerzas militares y declaró el fin de su gobierno militar en la Franja de Gaza.

Aunque Israel declaró el fin de su administración militar en Gaza, aún sigue controlando aspectos críticos de la vida del enclave. Controla todos sus pasos terrestres de entrada y salida de la franja, excepto Rafah, así como el espacio marítimo y aéreo de Gaza. Por consiguiente, Israel tiene un control prácticamente total sobre el movimiento de personas y bienes que entran y salen de Gaza. Este es el caso incluso cuando los residentes de Gaza sólo desean transitar por Israel para llegar a Cisjordania o a otros países. Leer más.

EL BLOQUEO

En el verano del 2007, después de que Hamás tomara el poder en la Franja de Gaza, Israel utilizó su control sobre los pasos para imponer un bloqueo a Gaza. De este modo, convirtió a los casi dos millones de personas que viven allí en prisioneros dentro de la Franja de Gaza, provocando el colapso económico de Gaza y logrando que su población dependiera de la ayuda internacional.

Bajo su política de bloqueo, Israel prohíbe la entrada y salida de Gaza, impone limitaciones a la importación de diversos productos a Gaza y restringe gravemente la exportación de bienes. Israel también prohíbe la construcción de un puerto marítimo que permita la libre circulación de personas y bienes, e impide la reconstrucción del aeropuerto de Gaza, destruido en un ataque aéreo israelí en 2001.

El bloqueo ha llevado al colapso de la economía de Gaza. La mayoría de las fábricas y cientos de negocios han cerrado. Alrededor de un 80% de la población depende ahora de la ayuda humanitaria de organizaciones internacionales y el 60% sufre inseguridad alimentaria. El impacto del bloqueo se puede observar en Gaza, que tiene una de las tasas de desempleo más altas del mundo, alcanzando más del 40% en general y del 60% entre los adultos jóvenes.

La infraestructura y los servicios públicos de Gaza se encuentran en situación apremiante. Alrededor del 95% del agua bombeada localmente está contaminada y no es potable. La electricidad se suministra a los residentes solo unas pocas horas al día. La escasez de energía también afecta a las instalaciones de agua y alcantarillado, que deben tener electricidad todo el tiempo y prácticamente no funcionan con un suministro eléctrico intermitente. Además, debido a la escasez de energía y a la deficiencia crónica de equipamiento y suministros médicos, los servicios médicos disponibles en la Franja de Gaza están muy lejos de satisfacer las necesidades de la población y muchos tratamientos críticos no están disponibles localmente. Leer más.

OPERACIONES MILITARES

Desde la supuesta retirada de 2005, Israel ha lanzado tres campañas en la Franja de Gaza, denominándolas operaciones militares: Operación Plomo Fundido (diciembre de 2008-enero de 2009), Operación Pilar de Defensa (noviembre de 2012) y Operación Borde Protector (julio-agosto 2014).

En el marco de dichas campañas militares, Israel mató a miles de personas - incluidos cientos de niños - destruyó miles de estructuras y dañó gravemente la infraestructura que ya estaba al borde del colapso, lo que agravó la ya terrible situación de Gaza. El bloqueo continuo impide la reconstrucción y decenas de miles de personas siguen sin hogar en Gaza.


Color Landsat original

Color Landsat falso

Las capas usan transparencia. Los matices de color adicionales significan que las condiciones se superponen.

1987

2017


Conclusión

Hace más de cincuenta años que Israel ocupó la Franja de Gaza y Cisjordania, parte de la cual anexó a Jerusalén. Hasta el día de hoy, sigue controlando estas áreas y a la gente que vive en ellas. Durante más de medio siglo, Israel ha creado una realidad de desposesión, opresión y abusos de los derechos humanos en Gaza y Cisjordania.

Para expandir y consolidar el control sobre las tierras que ocupa, Israel ha aplicado una miríada de medidas militares, civiles, legales y administrativas a través de las cuales ha desgarrado el espacio palestino, dividido a la población palestina en docenas de enclaves desconectados y desentrañado su tejido social, cultural y económico.

Israel convirtió a la Franja de Gaza en la mayor prisión al aire libre del mundo. En Cisjordania, Israel asignó a los asentamientos la mayor parte de la zona rural situada fuera de los enclaves palestinos, incluyendo tierra en la zona anexionada a Jerusalén, lo que condujo a la fragmentación del espacio palestino y resultó en la toma de posesión israelí de las tierras.

Las unidades separadas que Israel ha creado en los Territorios Ocupados difieren entre sí según cómo las define Israel, el estatus que haya concedido a sus residentes y sus planes para cada zona. Sin embargo, durante más de cincuenta años, todos los palestinos sufren una realidad cotidiana de desposesión y opresión bajo el control israelí. Israel dirige sus vidas, les niega sus derechos políticos y la posibilidad de determinar su futuro.

Observa por ti mismo/a explorando el mapa completo:


Explora el mapa

Mantente informado/a

SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN DE NOTICIAS

¡Gracias!
Lo sentimos, algo ha salido mal.

Mantén informados/as a tus amigos/as

Compartir esta experiencia en línea

¿Qué nos depara el futuro?

Después de más de cincuenta años, es imposible seguir considerando la ocupación como una situación temporal. El medio siglo que ha pasado, la conducta de Israel y las posiciones oficiales expresadas abiertamente por un número cada vez mayor de líderes israelíes, se suman para dejar claro cuáles son los objetivos de Israel: promover los intereses israelíes y establecer cada vez más hechos sobre el terreno, tratando de reducir al mínimo el coste que esto debería exigir en el ámbito internacional; tomar cada vez más tierras y desarrollar asentamientos, al tiempo que se sigue expulsando y despojando a los palestinos; seguir controlando a millones de súbditos palestinos privados de derechos, manteniendo al mismo tiempo las apariencias democráticas; y debilitando la resistencia -en Palestina, en Israel y en todo el mundo - frente un estado continuo de ocupación.

En vista de esta situación, las implicaciones de quedarse de brazos cruzados son bien claras. Lo que se necesita ahora no son solo más palabras y análisis. Lo que se necesita es una acción decisiva para poner fin a la cooperación internacional con la política de Israel, con el fin de poner fin a la ocupación y marcar el comienzo de un futuro basado en el ejercicio de los derechos humanos, incluyendo los derechos políticos, de todas las personas que viven entre el río Jordán y el mar Mediterráneo.

×

Sobre el proyecto

Durante más de cincuenta años Israel ha ejercido control directo o indirecto sobre toda Cisjordania (incluida Jerusalén Este) y la Franja de Gaza. Bajo su gobierno, millones de palestinos no han gozado de derechos políticos ni tenido voz ni voto en la determinación de su presente o su futuro. Se trata de una realidad que es intrínsicamente violenta y antidemocrática. Una realidad con la que es necesario acabar.
Desde 1967, año en que ocupó Cisjordania y la Franja de Gaza, Israel ha organizado todas sus autoridades legislativas, legales, de planificación, financiación y defensa para fragmentar el espacio palestino, dividiéndolo en docenas de secciones separadas, más fáciles de gobernar y explotar, y para desarticular el tejido social y espacial palestino: en Cisjordania, Israel redujo al mínimo la presencia palestina, condensándola en docenas de enclaves densamente poblados e inconexos, al tiempo que explotaba la mayoría de los recursos de Cisjordania para su propio beneficio. Además, Israel se anexó miles de hectáreas de tierra de Cisjordania, que luego ubicó dentro de los límites municipales de Jerusalén. En la Franja de Gaza, casi dos millones de palestinos están esencialmente encarcelados en un pequeño trozo de tierra en condiciones espantosas, debido a la política israelí de aislar a Gaza del resto del mundo, incluyendo de Cisjordania.

Este mapa interactivo sigue la línea de tiempo que ilustra la puesta en práctica de las diversas medidas que Israel ha implementado para lograr esta realidad.

CRÉDITOS

Este proyecto es el resultado de la colaboración entre B'Tselem y Arquitectura Forense:

B´Tselem

El Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados se esfuerza por poner al descubierto la injusticia, la violencia y el despojo que constituyen el núcleo del régimen de ocupación. B'Tselem se esfuerza en desafiar la legitimidad que se otorga a la ocupación en Israel y en todo el mundo, y por ayudar a ponerle fin.

Equipo:

Líder del Proyecto

Adam Aloni

Apoyo y orientación por parte del personal de B'Tselem: Hagai El-Ad (Director Ejecutivo), Ety Dery (Directora Asociada, Directora Financiera), Yael Stein (Directora de Investigación), Shuli Wilkansky (Editora), Shirly Eran (Administradora del sitio web), Amit Gilutz (Portavoz), Karim Jubran (Director de Investigación de Campo), Osnat Skoblinski (Coordinadora de Nuevos Medios y Relaciones Públicas), Roy Yellin (Director de Relaciones Públicas), Sarit Michaeli (Jefa de Incidencia Internacional) y Asaf Volanski (Coordinador de Desarrollo Tecnológico).

Arquitectura Forense

Es una agencia de investigación independiente con sede en Goldsmiths, Universidad de Londres. Lleva a cabo investigaciones avanzadas sobre arquitectura y medios de comunicación en nombre de fiscales internacionales, organizaciones de derechos humanos y grupos de justicia política y ambiental.

Equipo:

Jefe del Proyecto y Cartografía

Francesco Sebregondi

Desarrollo Web e Interacción

Bernardo Loureiro

Diseño de Páginas Web

Camilo Vargas

Detección a Distancia

Jamon Van Den Hoek

Videografía

Nicolas Gourault

Videografía

Chloe Thorne

Procesamiento GIS

Marijana Demajo

Procesamiento GIS

Mats Wedin

Apoyo y orientación de Eyal Weizman (Director, Arquitectura Forense), Christina Varvia (Subdirectora, Arquitectura Forense) y Sarah Nankivell (Directora de Programas, Arquitectura Forense).

RECONOCIMIENTOS

Por su ayuda en este proyecto, B'Tselem desea agradecer a las ONG de Derechos Humanos Kerem Navot, Peace Now, Bimkom y a la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA).

European Union

Este proyecto fue producido con el apoyo financiero de la Unión Europea. Su contenido es responsabilidad exclusiva de B'Tselem y Arquitectura Forense y no refleja necesariamente los puntos de vista de la Unión Europea.

CONTACTO

Si desea ponerse en contacto con B'Tselem, por favor escriba a mail@btselem.org.

© B'Tselem y Arquitectura Forense 2018